Las personas LGTBIQA+ crecemos en la disidencia, fuera de la norma, lo cual va configurando la idea de que no merecemos, que no pertenecemos. Aprendemos que somos rechazables, no queribles, y esa herida emocional alcanza todos nuestros espacios.
Como persona homosexual, entiendo lo que supone que tu terapeuta no conozca tu realidad, incluso que la juzgue. Por desgracia, son pocos los espacios que las personas LGTB pueden sentir como seguros, y soy consciente de lo difícil que puede ser pedir ayuda por el miedo a que te juzguen o no te entiendan.
Por eso, te ofrezco un lugar donde explorar todas esas cuestiones relacionadas con tu identidad o tu orientación sexual, superar las secuelas del rechazo y la violencia o darte la mano en tu camino. Homofobia interiorizada, dificultades a la hora de visibilizarte, procesos de transición de género, problemas con tus relaciones, chemsex… estoy aquí para ti.